Por: Becky Zuniga.

Cuando llega el momento de ser mamá todo tu mundo cambia drásticamente, esto es en cuanto a la rutina que llevabas, si tenías un trabajo tendrás que organizarte al regresar a trabajar nuevamente y retomar tus actividades cotidianas.

Al principio todo es una locura, bueno así lo sentí. No sabes ni como empezar, entre el cuidado de tu bebé, tu trabajo y mantener una casa ordenada.

Pero con el paso de los días todo toma su curso, vas agarrando práctica y las cosas se te van haciendo menos complicadas, aunque nada es fácil.

Son muchos cambios a los que nos tenemos que acostumbrar y todo es parte del mundo de ser mamá, unas de las etapas más bonitas pero con mayor responsabilidad. Ahora existe alguien a quien darle atención y por quien ser mejor cada día.

Priorizar es lo más esencial para administrar el tiempo con mayor eficacia. Sé realista sobre dónde debes poner más energía y qué límites marcar para que la semana o mes se cumpla con las metas que nos hemos propuesto.

Porque la cabeza de una madre siempre está funcionando, pensando en lo que hemos  hecho hoy, pero también en lo que tenemos que hacer al día siguiente,– es algo no podemos evitar.

El secreto está en la organización. Para que en casa las tareas se repartan de manera equitativa, para que tengas que cumplir tus responsabilidades, por supuesto, pero también que delegues algunas de ellas; por ejemplo, a nuestra pareja –que también puede ayudar con las labores de la casa y el cuidado del bebé.

No somos una máquina que todo lo puede sin descanso, somos una persona que necesita descansar, cuidarse y sobre todo, organizarse para que eso sea posible. Porque la tarea de una madre es poco visible pero es imprescindible para que las familias avancen, para que los niños crezcan, y para que las parejas también tengan su papel dentro de la familia. No olvidemos que el trabajo dentro del hogar es fundamental y que sin nosotras, nada podría ser igual.

También tenemos que elegir en quien cuidará del bebé los abuelos, algún familiar cercano o llevarlo a la  guardería, el momento más difícil; creo, de una madre, es cuando tienes que separarte de tu bebé. Muchas de las mamás tienen que tomar esa decisión y ver las opciones que mejor les convengan.

En mi caso tengo un trabajo donde mis jefes me han dejado llevar a mi bebé, y eso para mí es lo mejor porque puedo pasar con ella los primeros meses de su vida, donde apenas se está acoplando al mundo exterior, –como lo mencione anteriormente–, sí ha sido un poco complicado, porque entre terminar el trabajo y cuidar de ella al momento que se pone inquieta o llora, pero con el paso del tiempo ella y yo estaremos mucho mejor.